La Síndica de Greuges de Barcelona ha abierto una investigación sobre la forma de proceder de la grúa municipal en Barcelona y recuerda que el espíritu de este servicio tendría que ser el de “retirar principalmente los vehículos que molestan a la circulación”.

Los ciudadanos que deben rescatar un vehículo retirado por la grúadeben abonar en la actualidad 147,69 euros, una tarifa “absolutamente desproporcionada”, según la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà.

En el caso de los camiones el coste es de 180,61 euros; 60,56 para las motos, y 40 para las bicicletas. La defensora de los ciudadanos de Barcelona, que vela por la pulcritud de las actuaciones municipales, ha iniciado la investigación a raíz de las numerosas quejas recibidas por parte de particulares.

Los conductores que se han dirigido a la Sindicatura de Greuges denuncian que sufrieron una “retirada innecesaria” de sus automóviles, lo que supuso “una penalización desproporcionada que se añade a la pertinente multa”. Maria Assumpció Vila investiga si ello supone de facto “una doble penalización”.

Los denunciantes aseguran que han sufrido “perjuicios muy graves en circunstancias de estacionamiento por causas de fuerza mayor”. También subrayan que la grúa actúa en ocasiones “por razones de oportunidad, y no de infracción”.

Estas graves acusaciones no han caído en saco roto y la Síndica pedirá explicaciones al Ayuntamiento de Barcelona para saber qué protocolos se aplican a la hora de decidir si se retira o no un vehículo. También quiere conocer en detalle las cifras y las razones de la retirada de vehículos en doble fila y aceras o en vados, áreas verdes o azules, zonas de carga y descarga, zonas reservadas para servicios públicos, funcionarios y personas con discapacidades. El objetivo, dice el informe, es averiguar si la actuación de la grúa es “siempre objetivamente necesaria”.

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